ELIMINAR LAS INDEMNIZACIONES ES UN DISPARATE
La UPV/EHU, de un modo incomprensible, sigue
empecinada en acabar con unos acuerdos de jubilaciones que son una
herramienta fundamental para el relevo generacional de la plantilla y
que, además, generan un gran ahorro económico para las arcas
públicas.
El pasado miércoles 28 de septiembre se reunió
de nuevo la Comisión Técnica de Jubilaciones y la administración
presentó a los sindicatos un nuevo borrador que empeoraba aún más las condiciones
de la propuesta anterior. La UPV/EHU dejó claro que el tema de las
indemnizaciones por adelanto de la jubilación es una línea roja, y no satisfecha con ello también quieren imponer recortes en la
reducción de la jornada. En la propuesta recibida ayer miércoles por los sindicatos para discutir este viernes se sigue con el mismo "talante negociador".
Toda la parte social se posicionó en contra y
CCOO en
particular expresó lo siguiente:
1- No existe razón legal o jurídica para
acabar con estas indemnizaciones, como
ya hemos expresado en anteriores comunicados [1] [2]. Las sentencias alegadas por la UPV/EHU apuntan a administraciones locales y, de hecho, disponemos
de dos sentencias específicas para las universidades públicas que
dicen lo contrario: la sentencia del TSJ de Cataluña y la que es más
importante puesto que nos afecta directamente, la sentencia del TSJ
del País Vasco ganada por CCOO
que estableció que había que recuperar las indemnizaciones y fue el
origen de los acuerdos actuales.
2- No existe razón económica alguna para
eliminarlas.
De hecho, los números dicen que el pago de las indemnizaciones
supone un ahorro importantísimo para las arcas de la UPV/EHU.
Subrayar que hablamos de dinero público y que, por tanto, debe
imperar la responsabilidad y eficacia en su gestión. Lo explicamos a
continuación.
A diferencia de
otras administraciones, el grueso de la plantilla de esta universidad
tiene una enorme
diferencia
entre el salario que percibe al inicio de su carrera profesional y el
percibido cuando se aproxima a la edad de jubilación. Esto hace que
el reemplazo de personal cercano
a la jubilación por personas jóvenes suponga un ahorro colosal que
compensa con creces la inversión en indemnizaciones por adelanto de
la jubilación.
Y ahí radica el grave error de esta administración que considera
el pago de estas cantidades como un gasto en vez de verlo como una
inversión extremadamente rentable.
Para que nos
hagamos una idea, una persona PDI que se encuentre en la cima de su
carrera profesional, que se jubila anticipadamente 5 años antes de la edad legal y que es reemplazada por alguien que se inicia, puede
suponer a la universidad un ahorro cercano a los 100.000€, incluso
teniendo en cuenta el pago de la indemnización. Para el caso de un
perfil profesional más modesto los ahorros pueden rondar, descontada la
indemnización, entorno a los 20.000€ en el plazo de 5 años. Todos
estos cálculos puede hacerlos cualquiera tomando como base la tabla
de retribuciones del personal de la UPV/EHU publicados en la web
institucional. Si quieres información adicional no tengas
inconveniente en contactarnos que te proporcionaremos nuestros
cálculos.
Es decir, la
UPV/EHU ahorra mucho dinero cuando su personal se jubila
anticipadamente,
incluso cuando se pagan indemnizaciones cercanas al máximo previsto
en los acuerdos (100.000€).
¿Que consigue realmente la UPV/EHU eliminando las
jubilaciones?
Con estas medidas, básicamente, las personas que gestionan esta universidad van a conseguir incrementar de un modo
absurdo su gasto en personal y obstaculizar dramáticamente el relevo
generacional
que necesita esta universidad.
Debemos tener en
cuenta que el personal, cuando no disponga de medidas que
incentiven su jubilación, se jubilará en el mejor de los casos a
su edad legal de jubilación. Recordamos que, por ejemplo, el PDI de
clases pasivas tiene como edad máxima de jubilación los 70 años y
que el personal laboral, en el mejor de los casos se jubila a los 65 años aunque, en principio, puede continuar trabajando
hasta la edad que quiera. Esto, por una parte, va a suponer el
mantenimiento de unos salarios elevados
respecto al personal que comienza su carrera profesional, y por otra parte, se va a impedir
la entrada de personal joven a la universidad
deslizando dramáticamente las retribuciones de gran parte del personal hacia la "zona de salarios altos".
En
este sentido y si tenemos en cuenta tan sólo los datos proporcionados por la UPV/EHU respecto a las
jubilaciones del PDI de clases pasivas durante el periodo 2013-2019,
de las 492 jubilaciones que se produjeron el 71% de ellas fueron por
acogimiento a la jubilación voluntaria incentivada (351 personas).
Estas personas en las nuevas condiciones que se nos quiere imponer
continuarían trabajando hasta los 65 años en el mejor de los casos,
o incluso hasta los 70 años, que es cuando llegan a la edad forzosa de
jubilación.
Tampoco
debemos olvidar que el hecho de que no se produzcan jubilaciones
implica necesariamente que no entre gente joven a la universidad,
impidiendo el relevo generacional. Esto es así porque la universidad no
puede contratar a quien quiera puesto que su margen de actuación
está limitado por la tasa de
reposición de jubilaciones.
Tenemos a la vista el escenario de una universidad aún más
envejecida de lo que está ahora donde, según datos de la propia
universidad, la edad media del profesorado no permanente se sitúa en
los 45 años.
Entonces ¿Cómo piensa la UPV/EHU acometer este relevo
generacional? ¿Cómo va a estabilizar mediante procesos de OPE al
personal "joven" de la universidad cuando las jubilaciones
caigan en picado ante la ausencia de incentivos?
Aquí dispones
de los datos proporcionados por la UPV/EHU para el PDI:
Mientras tanto vemos como la empresa privada,
especialmente las grandes empresas, acometen procesos de renovación
de plantilla mediante diversas fórmulas para incentivar la
jubilación. ¿Por qué? Esencialmente porque ahorran mucho dinero.
¿Cuál es la razón por la que esta universidad quiere
eliminarlas? Suponemos que sólo quedan razones de índole estrictamente política,
porque desde el aspecto legal y económico (y no nos hemos metido con
las razones de responsabilidad social) estas medidas que plantea la UPV/EHU son
un completo disparate.