jueves, 6 de octubre de 2022

ELIMINAR LAS INDEMNIZACIONES ES UN DISPARATE

ELIMINAR LAS INDEMNIZACIONES ES UN DISPARATE


La UPV/EHU, de un modo incomprensible, sigue empecinada en acabar con unos acuerdos de jubilaciones que son una herramienta fundamental para el relevo generacional de la plantilla y que, además, generan un gran ahorro económico para las arcas públicas.


El pasado miércoles 28 de septiembre se reunió de nuevo la Comisión Técnica de Jubilaciones y la administración presentó a los sindicatos un nuevo borrador que empeoraba aún más las condiciones de la propuesta anterior. La UPV/EHU dejó claro que el tema de las indemnizaciones por adelanto de la jubilación es una línea roja, y no satisfecha con ello también quieren imponer recortes en la reducción de la jornada. En la propuesta recibida ayer miércoles por los sindicatos para discutir este viernes se sigue con el mismo "talante negociador".


Toda la parte social se posicionó en contra y CCOO en particular expresó lo siguiente:


1- No existe razón legal o jurídica para acabar con estas indemnizaciones, como ya hemos expresado en anteriores comunicados [1] [2]. Las sentencias alegadas por la UPV/EHU apuntan a administraciones locales y, de hecho, disponemos de dos sentencias específicas para las universidades públicas que dicen lo contrario: la sentencia del TSJ de Cataluña y la que es más importante puesto que nos afecta directamente, la sentencia del TSJ del País Vasco ganada por CCOO que estableció que había que recuperar las indemnizaciones y fue el origen de los acuerdos actuales.


2- No existe razón económica alguna para eliminarlas. De hecho, los números dicen que el pago de las indemnizaciones supone un ahorro importantísimo para las arcas de la UPV/EHU. Subrayar que hablamos de dinero público y que, por tanto, debe imperar la responsabilidad y eficacia en su gestión. Lo explicamos a continuación.

A diferencia de otras administraciones, el grueso de la plantilla de esta universidad tiene una enorme diferencia entre el salario que percibe al inicio de su carrera profesional y el percibido cuando se aproxima a la edad de jubilación. Esto hace que el reemplazo de personal cercano a la jubilación por personas jóvenes suponga un ahorro colosal que compensa con creces la inversión en indemnizaciones por adelanto de la jubilación. Y ahí radica el grave error de esta administración que considera el pago de estas cantidades como un gasto en vez de verlo como una inversión extremadamente rentable.

Para que nos hagamos una idea, una persona PDI que se encuentre en la cima de su carrera profesional, que se jubila anticipadamente 5 años antes de la edad legal y que es reemplazada por alguien que se inicia, puede suponer a la universidad un ahorro cercano a los 100.000€, incluso teniendo en cuenta el pago de la indemnización. Para el caso de un perfil profesional más modesto los ahorros pueden rondar, descontada la indemnización, entorno a los 20.000€ en el plazo de 5 años. Todos estos cálculos puede hacerlos cualquiera tomando como base la tabla de retribuciones del personal de la UPV/EHU publicados en la web institucional. Si quieres información adicional no tengas inconveniente en contactarnos que te proporcionaremos nuestros cálculos.

Es decir, la UPV/EHU ahorra mucho dinero cuando su personal se jubila anticipadamente, incluso cuando se pagan indemnizaciones cercanas al máximo previsto en los acuerdos (100.000€).


¿Que consigue realmente la UPV/EHU eliminando las jubilaciones?


Con estas medidas, básicamente, las personas que gestionan esta universidad van a conseguir incrementar de un modo absurdo su gasto en personal y obstaculizar dramáticamente el relevo generacional que necesita esta universidad.

Debemos tener en cuenta que el personal, cuando no disponga de medidas que incentiven su jubilación, se jubilará en el mejor de los casos a su edad legal de jubilación. Recordamos que, por ejemplo, el PDI de clases pasivas tiene como edad máxima de jubilación los 70 años y que el personal laboral, en el mejor de los casos se jubila a los 65 años aunque, en principio, puede continuar trabajando hasta la edad que quiera. Esto, por una parte, va a suponer el mantenimiento de unos salarios elevados respecto al personal que comienza su carrera profesional, y por otra parte, se va a impedir la entrada de personal joven a la universidad deslizando dramáticamente las retribuciones de gran parte del personal hacia la "zona de salarios altos".   

En este sentido y si tenemos en cuenta tan sólo los datos proporcionados por la UPV/EHU respecto a las jubilaciones del PDI de clases pasivas durante el periodo 2013-2019, de las 492 jubilaciones que se produjeron el 71% de ellas fueron por acogimiento a la jubilación voluntaria incentivada (351 personas). Estas personas en las nuevas condiciones que se nos quiere imponer continuarían trabajando hasta los 65 años en el mejor de los casos, o incluso hasta los 70 años, que es cuando llegan a la edad forzosa de jubilación.

Tampoco debemos olvidar que el hecho de que no se produzcan jubilaciones implica necesariamente que no entre gente joven a la universidad, impidiendo el relevo generacional. Esto es así porque la universidad no puede contratar a quien quiera puesto que su margen de actuación está limitado por la tasa de reposición de jubilaciones. Tenemos a la vista el escenario de una universidad aún más envejecida de lo que está ahora donde, según datos de la propia universidad, la edad media del profesorado no permanente se sitúa en los 45 años.


Entonces ¿Cómo piensa la UPV/EHU acometer este relevo generacional? ¿Cómo va a estabilizar mediante procesos de OPE al personal "joven" de la universidad cuando las jubilaciones caigan en picado ante la ausencia de incentivos?


Aquí dispones de los datos proporcionados por la UPV/EHU para el PDI:



 

Mientras tanto vemos como la empresa privada, especialmente las grandes empresas, acometen procesos de renovación de plantilla mediante diversas fórmulas para incentivar la jubilación. ¿Por qué? Esencialmente porque ahorran mucho dinero.


¿Cuál es la razón por la que esta universidad quiere eliminarlas? Suponemos que  sólo quedan razones de índole estrictamente política, porque desde el aspecto legal y económico (y no nos hemos metido con las razones de responsabilidad social) estas medidas que plantea la UPV/EHU son un completo disparate.

 

 

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