EL PARIPÉ DE LA CONVIVENCIA UNIVERSITARIA
Hace unos días los sindicatos recibimos desde Secretaría General una propuesta de texto del Reglamento de Convivencia Universitaria elaborada por un grupo de trabajo constituido a tal efecto, al que por cierto CCOO no ha sido invitado, para que presentemos alegaciones. Aclarar que la UPV/EHU no hace esto por iniciativa propia, sino obligada por la Ley de Convivencia Universitaria, que entró en vigor en febrero del año pasado y que daba un año como plazo máximo para su aprobación en el seno de las universidades. Ya vamos tarde.
CCOO ha presentado 13 alegaciones al texto propuesto porque, francamente, no hay por dónde cogerlo. Aquí tienes nuestro documento de alegaciones.
Estas son nuestras críticas principales:
1- Ámbito de aplicación y herramientas: Aunque parece que estamos ante un reglamento cuyo ámbito de aplicación es toda la comunidad universitaria, la única novedad está en el procedimiento disciplinario del alumnado. Esto ocurre pese a que el ámbito de aplicación de la ley es toda la comunidad universitaria, y donde en su redacción se pretende, no sólo para el alumnado sino para todos los colectivos de la universidad:
- Potenciar el uso de medios alternativos a la resolución de conflictos, como la mediación, y además de la dotación de una formación técnica adecuada para el desempeño sus funciones.
- Desarrollar medidas de acompañamiento psicológico.
- Desarrollar medidas de acompañamiento jurídico.
Sin embargo, la UPV/EHU en su propuesta obvia algunas de estas cuestiones y sigue depositando toda la labor de mediación de una universidad con mas de 8000 personas trabajadoras en el “todopoderoso” Aldezle y, en lo que se refiere a un alumnado que supera las 40000 personas, en la Comisión de Convivencia que exige la ley.
¿Cómo pretende desarrollarse estas medidas de acompañamiento psicológico? Quizás con el actual servicio de Atención Psicológica, que en la actualidad está tan infradotado que desde hace años sólo puede atender, a duras penas, al alumnado. O quizás siga tirando del Servicio de Prevención, que dispone de “mucho tiempo” libre para ello.
¿Y qué hay del acompañamiento jurídico?
2- Comisión de Convivencia: la ley exige la constitución de una Comisión de Convivencia, con representación paritaria de los distintos sectores (PAS, PDI y Alumnado) y deja que las universidades, en el ámbito de sus competencias, desarrollen las disposiciones relativas a la organización y funcionamiento de dicha Comisión.
¿Cómo propone la UPV/EHU constituir esta comisión? Establece la presencia de 3 miembros por colectivo, designados por acuerdo en Consejo de Gobierno y propuestos “dedocráticamente” por la rectora, salvo para el caso del alumnado, que podrá proponer una serie de personas candidatas entre las que cuales posteriormente, de nuevo la rectora, elegirá a quienes presenta al Consejo de Gobierno para su designación.
Se supone que sus miembros no pueden ser cargos académicos ni miembros del Consejo de Gobierno, pero el secretario general, el Aldezle y el director de régimen jurídico de la Secretaría General podrán asistir, según deseen, para "ayudar" a la comisión.
Y otra cuestión cuanto menos curiosa: la comisión puede delegar (por unanimidad) la función de mediación en un único miembro.
Como puede entreverse, estas propuestas “garantizan absolutamente” la constitución democrática, la imparcialidad y óptimo funcionamiento de dicha comisión. (léase la ironía, por favor)
3- "Olvido" de las relaciones laborales: no se recogen medidas específicas para la convivencia en el ámbito de las relaciones laborales, que es donde tienen lugar la mayoría de dificultades. El reglamento parece limitarse a regular los altercados en clase, en actos académicos, daños materiales, etc.
No se habla en cambio de la convivencia en los despachos, en las sesiones de departamento, en las oficinas, que es donde está el meollo de la cuestión.
En resumen:
La propuesta del grupo de trabajo, al cual no hemos sido invitados los sindicatos, parece no tomarse en serio la mejora de la convivencia en la UPV/EHU y
está muy alejada los objetivos que desde CCOO
llevamos tiempo defendiendo e
incluimos en nuestro programa
electoral. Esta propuesta no es la que se merece el personal de la UPV/EHU y ni siquiera cumple la ley.
No obstante aún estamos a tiempo y, por ello, esperamos que nuestras alegaciones y críticas sean consideradas. A ver si alguien, de una vez, se toma en serio esta cuestión sobre la que mucho se habla, pero no se hace nada.
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