CARTA abierta a la CRUE
14 de abril de 2020
Cuando
se declara el Estado de Alarma el sistema educativo, en
todos sus niveles, en lugar de paralizarse comienza a adaptarse a
marchas forzadas, con un incremento sustancial de actividad, a la
nueva situación. También el conjunto del personal de todas las
Universidades Públicas (PAS y PDI), que cambian de la
noche a la mañana sus rutinas profesionales para que, siguiendo el
lema del Gobierno, “ningún estudiante pierda el curso”. El
esfuerzo, descomunal y sobrevenido, se afronta en solitario por el
personal de las Universidades Públicas, en muchos casos con
dificultades materiales, personales y de conciliación, con sensación
de vulnerabilidad y soledad al tener que tomar decisiones
individuales ante la falta de respuesta inmediata de los diferentes
equipos rectorales.
CC.OO
quiere reconocer el esfuerzo tan enorme que PDI y PAS están
realizando, sin límite de fechas u horarios, para evitar la pérdida
de curso por parte de los estudiantes, pero exige a los equipos
rectorales algo más que tibias instrucciones, a menudo vacías de
contenido y poco clarificadoras. En muchas ocasiones la información
llega tarde, a menudo no aporta contenido alguno y la que más, es
repetitiva. En el mantenimiento y supervivencia de la Universidad
Pública, solo el personal y los estudiantes demuestran
estar a la altura de las circunstancias. Los equipos rectorales con
la CRUE a la cabeza, acostumbrados al “coste cero” y a los
recortes, no han entendido que la situación merece algo más que la
publicación de breves instrucciones de reorganización docente o de
listados de plataformas de enseñanza virtual. La consecuencia de
esta falta de liderazgo está llevando a un estrés que ataca no solo
al personal de las universidades, sino a los mismos estudiantes, que
viven la situación con ansiedad y grave preocupación. A esta
sensación de estrés también contribuye el establecimiento de unas
fechas límites estrictas, sin un horizonte claro.
Como
al resto de la ciudadanía, esta crisis nos coge a todos por
sorpresa, pero en la Universidad Pública llevamos tiempo aprendiendo
a sobrevivir. Este triste giro de los acontecimientos saca a la luz
las debilidades y el sobreesfuerzo al que es sometido todo el
Personal Docente e Investigador y de Administración y Servicios de
las universidades. Por un lado, los recortes drásticos en personal,
la estructura rígida de promoción interna y la falta de una apuesta
clara por la modernización de los servicios provoca un atasco
monumental en la labor del PAS, con personal sin formación digital y
en puestos de trabajo que no permiten, ya no solo el teletrabajo,
sino el trabajo a distancia. Por otro lado, los sueldos en precario,
la presión cada vez más fuerte para la consecución de las
diferentes acreditaciones y, sobre todo, el aumento de la carga de
trabajo en el PDI, provoca una saturación real en las labores del
profesorado que debe dar ahora todavía más de sí para mantener el
sistema funcionando. Tanto unos como otros merecen nuestro
reconocimiento, pues en su dedicación reside el verdadero sentido de
servicio público y su profesionalidad los convierte en auténticos
servidores de la sociedad.
Esta
crisis está demostrando la fragilidad del sistema de Educación
Superior, una fragilidad construida a partir de sucesivos recortes en
los últimos años, pero que recibe el golpe definitivo después de
la crisis financiera de 2008. CC.OO ha reclamado al Gobierno la derogación de la Ley Wert y del RDL 14/2012, normas
“austericidas” que impiden la renovación de las plantillas
universitarias, diezmadas y cada vez de mayor edad. También hemos
reclamado al Gobierno una revisión de los criterios de evaluación y
acreditación al profesorado universitario, cuyas exigencias a menudo
son imposibles de conquistar, pues no se puede articular un
currículum atendiendo a criterios que cambian de la noche a la
mañana y, especialmente, no se pueden conseguir resultados de
investigación con recortes dramáticos en financiación en I+D como
los acaecidos en la última década.
En
CC.OO somos conscientes de que la emergencia sanitaria ha de ser
prioritaria en nuestras vidas, es lo más inmediato y debe resolverse
cuanto antes. Hemos estado activos reclamando nuestra posición en
los Comités de Seguridad y Salud, con poco éxito. En la última
reunión con el Ministerio de Universidades, el Ministro nos remitió
exclusivamente a la CRUE y a las CC.AA. para reivindicar nuestra
legítima participación en la toma de decisiones negociadas ante la
desregulación laboral que estamos sufriendo. Sin embargo, estamos
constatando durante esta situación una falta total de diálogo
entre los equipos rectorales con los representantes sindicales.
Las decisiones se han tomado siempre unilateralmente, a golpe de
mando. CC.OO quiere mostrar su preocupación ante la falta de diálogo
total que existe entre los legítimos representantes de las y los
trabajadores de las Universidades Públicas españolas y los
diferentes gobiernos, de las universidades, de las CC.AA y del
Estado, pero sobre todo, aquellos que le son más cercanos, los
Rectores y sus equipos de gobierno. Todavía estamos a tiempo, por
ejemplo, a establecer un debate amplio sobre la evaluación a
distancia, sin imposiciones desde arriba.
CC.OO valora positivamente el último Comunicado de la CRUE sobre el
“Cometido de la ciencia en la resolución de la crisis generada por
la pandemia de Coronavirus SARS-CoV-2”, donde urge al Gobierno y a
todos los agentes científicos del país a abordar, de manera
inaplazable, la financiación constante y sostenida de la ciencia
para afrontar futuras crisis con mayor garantía de éxito. Sin
embargo, no entendemos cómo será eso posible en el seno de las
universidades si los equipos rectorales eluden el diálogo con los
legítimos representantes de los trabajadores.
Desde
CC.OO reclamamos que las universidades aclaren la
situación del personal laboral cuyo contrato termina este curso y
emplazamos a prorrogarlos hasta julio de 2021 para garantizar, no
sólo el cierre del presente curso, sino que el próximo pueda
desarrollarse con la mayor normalidad posible. Del mismo modo,
requerimos a la CRUE que lidere la petición de la prórroga de los
proyectos de investigación y contratos de investigación en I+D+i
actuales y que reclame al Gobierno y a los organismos que
correspondan que se resuelvan a la mayor brevedad las convocatorias
que están en curso. Si las universidades públicas no tienen unas
plantillas adecuadas ni una financiación suficiente para realizar
las labores académicas (docencia, investigación, gestión e
innovación) estaremos asistiendo a la muerte de la universidad
pública de calidad, muy frágil en la actualidad.
CC.OO
exige a la CRUE que los rectorados negocien con los representantes
legítimos de las trabajadoras y de los trabajadores las
modificaciones sustanciales que están acaeciendo en las condiciones
de trabajo del personal de la universidad y la temporalidad y
condiciones en que se va a realizar el desescalamiento una vez que se
inicie por el Gobierno.
CC.OO
reivindica la insustituible función de los servicios públicos, en
concreto de la Universidad, como garante de la solidaridad colectiva,
los derechos sociales y el avance de la sociedad. Es necesario el
apoyo decidido a los mismos que, en el caso de la Universidad, pasa
por garantizar a corto, medio y largo plazo una adecuada financiación
para el refuerzo y estabilidad de sus plantillas, el impulso de la
investigación y la mejora de sus infraestructuras.
Secretaría
de Universidades e Investigación FE CCOO
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